El gato está ocupando cada vez un lugar más importante en los hogares españoles. En España se estima que tienen gato un 38% de las familias que viven con animales de compañía y muy frecuentemente hay más de un gato en cada casa.

Por eso, dado que el gato supone el segundo animal de compañía más presente en nuestros hogares, después del perro, es conveniente conocer qué puede ayudar al bienestar de nuestros compañeros de vida felinos.

En primer lugar, debemos tener muy en cuenta que el gato es esencialmente territorial, que tiene un gran apego a lo que él o ella considere su territorio, por encima de cualquier otro aspecto, incluso tu compañía. Por tanto, nuestra casa y el entorno que creamos en ella se convierten en la fuente de todo el bienestar de nuestros gatos. Y no es recomendable cambiarlo de vivienda habitualmente. Así pues, cuando debas ausentarte un tiempo, en lugar de llevarte contigo al gato, lo mejor es dejar que el gato se quede en lo que considera su territorio, vuestra casa, y que alguien acuda a ocuparse de él o ella esos días, ya que cualquier cambio de espacio les suele suponer un alto nivel de estrés, con las consecuencias negativas a nivel de salud del gato que puede acarrear (cistitis idiopática, pérdida de apetito, etc).

¿Y cómo es el territorio ideal para nuestros gatos? Uno de los puntos principales es tener en cuenta que se mueven en tres dimensiones, es decir, que necesitan poderse desplazar en altura. De ahí que cada vez más hogares con gatos decidan implementar rampas, estanterías y las llamadas “torres interactivas” o “torres de juego” para que puedan sentirse más a gusto, saltando y trepando de un lado para otro.

Otro aspecto fundamental es que el territorio del gato debe ofrecer todos los recursos que el gato necesite, que siempre estén a su alcance y en lugares adecuados para él. Así, debemos proporcionarle cobijos, es decir, sitios donde esconderse, y que el gato los tenga siempre disponibles y que se encuentren en lugares tranquilos de la casa. La comida y el agua también deben estar siempre accesibles y lejos de la bandeja de arena del gato.

Y sobre la bandeja…hay tanto que decir, pero, entre otros muchos puntos a tener en cuenta, es fundamental que esté en un rincón de la casa no concurrido ni ruidoso, porque el gato busca calma para hacer sus necesidades. Y si podemos tener más de una bandeja, incluso mejor, por si encuentra que una bandeja no está suficientemente limpia o que está el espacio ocupado en el momento que más la necesita. Así, por ejemplo, a veces hay gatos que no utilizan su bandeja de arena porque está en el lavadero, donde el traqueteo de la lavadora o la secadora le molesta.

Y el último aspecto a considerar sería practicar el llamado “enriquecimiento ambiental”, puesto que el ambiente es el que va a marcar la felicidad de tu gato. ¿Y en qué consiste el enriquecimiento ambiental? En que el gato disponga de todo aquello que pueda estimularle, especialmente para cubrir sus necesidades comportamentales. Y debemos tener bien presente que un gato en libertad dedicaría la mayor parte de su tiempo a dos cosas: descansar y desplazarse buscando comida y cazando. Así, el enriquecimiento ambiental implica, además de las estructuras para permitirle moverse en tres dimensiones, que tenga diversidad de juguetes repartidos y/o escondidos por todo su territorio, muchos de ellos relacionados con la alimentación (los llamados juguetes interactivos que vamos rellenando periódicamente con comida), que tenga una fuente de agua en movimiento (que le motive a beber), que tenga superficies donde rascar (para que pueda “marcar” su territorio), y que el ambiente disponga de olores que le sean agradables y relajantes (como el olor a lavanda).

Si tienes en cuenta todo esto, tendrás a tu gato en su casa ideal, y esto favorecerá que su bienestar sea máximo cuando se quede solo y que cuando tú estés con él, se sienta relajado al máximo y podáis reforzar vuestro vínculo.

 

Dra. Paula Calvo
www.antrozoologia.com

Recent Posts
El Perro Feliz